Las grandes cosas empiezan en el desierto, en el silencio, en la pobreza. Nosotros mismos no podríamos participar en la misión del Evangelio sin entrar en esa experiencia de desierto, de su indigencia, de su hambre.
Joseph Ratzinger
Guardaos de la ansiedad y de las inquietudes, porque no hay cosa que impida tanto el caminar hacia la perfección.
San Pio de Pietrelcina
El desierto,no es la belleza,que distrae al alma.
ResponderEliminarEs una union entre la soledad y al"que no vemos".
muy cierto!
ResponderEliminarEl poder entrar dentro de uno mismo es lo más grande que hay porque nos capacita para relacionarnos con Dios más cerca...más intimamente, más personalmente y el que lo ve así..es afortunado.
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