La generosidad es la virtud de las almas grandes, que encuentran la satisfacción y la alegría en el dar más que en el recibir. La persona generosa sabe dar ayuda material con cariño y comprensión, y no busca a cambio que la quieran, la comprendan y la ayuden. Da y se olvida que ha dado.
El dar ensancha el corazón y lo hace más joven, con mayor capacidad de amar. Cuanto más damos, más nos enriquecemos interiormente.
Antonio Rivero
Salmo 77 - El Señor les dio pan del cielo
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ResponderEliminarPara las almas generosas, cualquier ocupación es noble. E.
ResponderEliminarAsí es, pues Dios bendice al dador alegre. Feliz domingo
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